Marilyn Mantilla:
“Significa un propósito y un sentir, algo como un viaje donde tendré oportunidades de seguir creciendo como un ser que se conecta más con la naturaleza, también un viaje referente a la vida por los cambios, amar, respetar el camino y seguir en la lucha de cada día para construir y aprender algo diferente junto a mis compañeras; además como colaboradora de colibrí agradecerle por todo el proceso que me ha y me he permitido vivir en esta casa donde ya no estaré y que los recuerdos instructivos, de los errores que aprendí, nunca se me borren, porque de ahí es donde he crecido humanamente y profesionalmente. Anhelo tener un cambio productivo, satisfactorio, de metas a cumplir y que la paz y la armonía entre todas siga construyéndose, no nos dejarnos caer y batallar con ese camino de subidas y bajadas, poder ver con ojo crítico la infinidad que hay por recorrer”.
Noelia Corrales:
«Tener un espacio propio es un sueño que he tenido desde hace años y me abre las puertas a la expansión, a la innovación y a dejar volar mi creatividad. Para mi la construcción del nuevo local ha significado la re-invensión de Colibrí como empresa, por ello, el traslado es entrar a este nuevo camino lleno de oportunidades y retos. Oportunidades lindas que aprovecharemos al máximo y retos para los cuales tendremos fuerzas y vitalidad para superar. Estoy feliz del trasladarnos y aunque hay tantas limitaciones por las que podría preocuparme (que si tendremos agua, luz, internet, transporte y muchas cosas por las que me preguntan), prefiero ocuparme para crear lo que quiero: Una Nueva Escuela de Español Colibrí».
Cecilia Flores:
“En una sola palabra, yo le llamaría “reto”. Implica cambios de vida, de rutinas y de actitudes. Tener en espacio propio suena genial, pero también implica muchas responsabilidades. Sabemos que al inicio será duro, cansado y lo más probable es que cometamos errores, pero todo valdrá la pena cuando veamos los frutos de los que todas y cada una de nosotras será responsable. No le tengo miedo a este reto, es más, lo estoy esperando como agua de mayo. Cambiar de aires y de vista, es lo más lindo para cambiar de energías. Sin menospreciar todo lo que dejamos atrás, que en mi caso es una historia más corta que del resto del equipo, me hace feliz pasar a una nueva etapa empresarial, personal y educativa.¡Casa de Colibríes, estamos listas!”
Karla Averruz:
“Para mi, Karla: El traslado a la nueva escuela significa una etapa de cambios y adaptación, que viene acompañado de muchas emociones internas que despiertan ansiedad, curiosidad y un sinnúmero de expectativas vistas desde diferentes ejes, como los cambios de horarios, el clima, el sentir de nuestros clientes, y más”.
Heysel Marín:
“Para mi , significa el comienzo hacia nuevos horizontes que de alguna manera traen consigo nuevos pensamientos sobre mi filosofía de vida. Es un cambio de estilo de vida que me sumerge en un contacto directo con la naturaleza, que pone a prueba mis principios sobre el respeto, el amor, y en especial, mi fuerza de voluntad para trabajar por la protección del medio ambiente, pero que también despierta mis habilidades y capacidades para desarrollar oportunidades de crecimiento y conocimiento en la inmersión ecológica”.
Jana Baltodano:
“La vida esta en constante movimiento, y nosotros con ella. En Colibrí el traslado o mudanza a una nueva locación representa muchas cosas y emociones; para mí, siendo la más nueva en el equipo, representa un cambio más al cual adaptarme, soy muy flexible y me adapto rápido a los cambios; me muevo con la vida. Se que para las demás del equipo es muy diferente, hay emociones fuertes de alegría, nostalgia, incertidumbre de como funcionará todo en la práctica, y sobre todo positivismo sobre la renovación de nuestras energías y labores dentro de este equipo. De la manera en que Jana lo vive, es tener un equipo con el cual contar sin tenerlo cerca, al no tener mucho contacto quizás genera un poco de ansiedad, pero también percibo las cosas de una manera tranquila y serena. Es un cambio que beneficia tanto a la escuela misma como a nuestros clientes y al haber mas ganancias que obstáculos me siento contenta de que funcionará bien”.
Esthercita Castro:
“Me alegra mucho que ya tengamos algo propio; por otra parte se siente como si fuera un cambio de trabajo. Estrenaremos casa y trabajo. Me siento nerviosa y todavía un poco perdida respecto a los nuevos cambios, siento que voy a necesitar tiempo para adaptarme y adueñarme de mi espacio. Poco a poco voy a ir sintiéndome más segura. En fin me siento muy contenta porque el equipo está unido y vamos a tener nuevas energías”.
Mayra Ortega:
“Es una nueva experiencia. Un poco difícil porque como seres humanos los cambios requieren de un proceso de adaptación, pero siempre con el positivismo de que será un lugar mejor con mucha tranquilidad, sabiendo que vamos a un lugar propio y que cada día podemos hacerlo más bonito”.
Diana Iris:
“Movernos de lugar para mí es eso: “movimiento”; evolucionar y transformarme. Para mí este cambio es reescribir mi rutina, cambiar ciertos hábitos, acelerar el ritmo por las mañanas. Ir a “Casa de Colibríes” es una etapa más en mi vida de la que no dudo va a ser una maestra más. Amo la idea que tengamos algo propio, un espacio donde seguir desarrollando destrezas y adquiriendo oros conocimientos”.
Odelba Meza:
Irme de este espacio, que ha sido mi otra casa por tantos años, me hace remembrar todo lo aprendido, lo superado, todas las increíbles personas que dejaron algo lindo en mí y hago un ejercicio de dejar atrás lo que no me ayuda o no me da alegría.
Me llevo estos años de experiencias en el corazón y me voy liviana y con muchas buenas energías al nuevo espacio.
Este nuevo lugar significa nuevos retos y nuevas energías.
Lo recibo con apertura, ilusión y también algunos miedos.