Día a día escuchamos la importancia que tiene el cuidar nuestra alimentación, nuestra salud mental, nuestro organismo y nuestro estado físico, pero esto implica para muchos sobregirar nuestros presupuestos para una alimentación más balanceada o, pagar un gimnasio o, tener la disyuntiva de visitar a un especialista en salud mental, pero en este blog les mostraré que no es una falacia decir que es posible mantener una vida más equilibrada en nuestras rutinas con un mínimo de nuestro presupuesto y sólo con un poco de nuestro tiempo.
Actualmente se han acuñado palabras para redefinir nuestros estilos de vida y la conexión cuerpo-mente que tenemos. Una palabra que me llama fuertemente la atención es «BUEN VIVIR», en especial por su etimología y la fuerza de su significado.
Buen Vivir o Sumak Kawsay. Sumak es una palabra enunciada en idioma quichua ecuatoriano y expresa el pensamiento de una vida no mejor, ni mejor que la de otros, ni en continuo desvivir por mejorarla, sino simplemente buena en integralidad. Es la plenitud, lo sublime, excelente, magnífico, hermoso(a), superior.
La segunda palabra Kawsay proviene del idioma aymara boliviano y en su interpretación introduce el elemento comunitario, por lo que se podría traducir como “buen convivir”: buena para todos en suficiente armonía interna. Es la vida, es el ser estando. Es dinámico, cambiante. No es pasivo.
Muchas veces las rutinas de nuestros trabajos, los estrepitosos ruidos que se producen en la ciudad por los embotellamientos o por las personas que van y vienen por las calles pueden provocarnos estrés y/o agotamiento; o los desafíos de una sociedad con doble moral pueden provocarnos desgaste emocional y/o mental; y que decir de los alimentos altamente saturados de conservantes que intoxican nuestro organismo provocándonos múltiples enfermedades, en muchos de los casos, enfermedades silenciosas.
Es apremiante, es necesario empezar a cuidarnos, mimarnos, responsabilizarnos y asumir un papel más activo con nosotras (os) mismas (os). ¡Nos lo debemos!
En Colibrí hemos querido apropiarnos de estas concepciones, compartiendo lo que cada una, en especial como mujer, hacemos para nuestro AUTOCUIDO. Esta actividad compartida aportó reflexión y la oportunidad de encaminarnos a una vida más plácida, equilibrada, saludable y armoniosa.
Actividad de autocuido
Para esta actividad decidimos buscar espacios que nos permitieran sentirnos más cómodas, relajadas y divertidas, así que nos fuimos de gira a la Laguna de Apoyo y Granada.
Antes de salir al viaje Esthercita nos preparó y compartió un batido verde (perejil, apio, espinaca y piña) como una forma de alimentarnos saludablemente. Este batido verde ayuda a eliminar grasa y bajar los triglicéridos.
Karla, en la primera noche nos compartió música para bailar y pasarla bien. El baile, además de ser divertido, se apuesta a una explosión de adrenalina, reducción de estrés y de la tensión corporal; favorece la buena circulación sanguínea, entre otros beneficios, pero lo más importante, nos mantiene felices.
Diana, nos abrió espacio para compartir un tiempo de yoga. Son muchos los beneficios que podemos enumerar del yoga: beneficios físicos, espirituales y meditativos.
Físicos: aumenta la fortaleza física, previene enfermedades crónicas y nos enseña a respirar mejor, estos son sólo algunos.
Espirituales: nos trae armonía interior, disminuye la tendencia a reaccionar con enojo o tristeza ante las situaciones, nos ayuda a superar los miedos, y mucho más.
Meditativos: calma la mente, facilita la concentración, eleva las capacidades intelectuales, contribuye al pensamiento positivo y, a la aceptación de nosotros mismos.
Heysel, por su parte, nos animó para ejercitarnos con algunos ejercicios físicos de estiramiento. Los ejercicios físicos nos ayudan a mantener el peso corporal, aumenta el tono y la fuerza muscular, mejora la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones, reduce la sensación de fatiga, por mencionar algunos.
Odelba, compartió una lectura reflexiva como aporte al buen hábito del desarrollo personal y, sobre la soledad como oportunidad de autonomía. Esta oportunidad nos permite reencontrarnos, abrazar nuestra solitud y amar nuestro propio lugarcito con toques personales, romper con los estigmas de que sólo se es feliz viviendo acompañado/a, es la oportunidad de fortalecernos y crecer con nuestra independencia a plenitud.
Lussiana nos habló de los beneficios de la chía y nos repartió agua con chía a todo el equipo. Entre algunos de los aportes de la chía están: reducción de los triglicéridos, facilita la digestión, ayuda a la hidratación y calma el dolor de las articulaciones.
Noelia nos habló sobre lo importante que es empezar a reducir el consumo de polvos blancos como: azúcar, sal y harina (es decir, refinadas) y, reflexionar en lo perjudicial que éstos son para la salud.
El azúcar: produce estrés, caries dentales, obesidad, hipertensión arterial y acné.
La harina: favorece la obesidad, produce diabetes y enfermedades del corazón.
La sal: insuficiencia renal, osteoporosis, algunos tumores, retención de líquidos y, por supuesto, favorece el sobrepeso y obesidad.
Si reducir o eliminar de nuestras comidas el azúcar, la sal o la harina es difícil, podemos hacer sustituciones para evitar o mejorar muchos de nuestros problemas de salud.
Patricia (yo), les compartí consejos para combatir el estrés a través de una buena organización del tiempo con las responsabilidades laborales y personales.
Saber administrar nuestro tiempo o cumplir puntual y en forma con nuestra responsabilidades laborales o, mantener la satisfacción de nuestras actividades personales, requiere constancia, pero los beneficios nos pueden traer aún más satisfacción.
Entre algunos consejos que mencioné están: mantener todo en su lugar, utilizar un calendario, agenda o notas para recordar fechas o acontecimientos importantes; elaborar lista de pendientes, combinar actividades similares, trabajar eficientemente y apreciar el tiempo que otros nos regalan.
Marilyng, por su parte, nos regaló un momento especial para la piel de nuestros rostros. Nos aplicó arcilla blanca mientras nos iba explicando el proceso, las propiedades y los beneficios de ésta.
Algunos de los aportes de la arcilla blanca son: elimina las impurezas de la piel, aporta luminosidad a la piel, ideal para tratar el acné, pieles grasas, sudoración excesiva y, ayuda a suavizar la piel del rostro sin ser invasiva. Una experiencia a otro nivel!!
Es importante, es urgente no seguir posponiendo nuestro buen vivir y retomar la continuidad ancestral que plantean la vida en plenitud.
Escrito por: Patricia Cruz
Profesora